verbobravio

“¿por qué durar es mejor que arder?” (R. Barthes) cybergubasa@yahoo.com

viernes, diciembre 11, 2009

Tiro de gracia




A veces te dan un tiro de gracia y vos ni te enteras porque no salis en la foto.

Como cuando cierran la puerta y te dejan afuera envuelto en palabras esperanzadoras.

Pero, finalmente, como bien dijo el finadito Pierre Bourdieu, somos nuestras acciones por encima de nuestro discurso.

Y si, nada te libra del dolor de quedarte mirando la fiesta desde la vereda (o la ventana) y el único que sigue lastimado, sos vos.

"Tú respira, nunca te olvides de respirar".

Pero es viernes y sabés que los viernes todo pesa más, pero pasará.

Siempre se puede volver a perder, creer, arder...

Acaso no somos animales de costumbres?

Lady Gabois (volviendo, lentamente)

lunes, diciembre 07, 2009

Una mirada sobre Tetro de Francis Ford Coppola

Una mirada sobre Tetro de Francis Ford Coppola (o matemos a papá –otra vez– haciendo la plancha)



Tetro es notable, no sólo es una película que ya hemos visto muchas veces, sino que además ni siquiera tiene la delicadeza de justificar el hecho de que transcurre en Buenos Aires (decir en Argentina, es un exceso) con algún giro argumental digno (sabemos que somos baratos, pero un poco de amor no viene mal). De haberla filmado en Botswana y la historia sería la misma.



Otras cosas:
I.
He visto a Vincent Gallo hacer de todo, pero jamás pense que lo vería tomar mate (además a medida que pasa el tiempo se parece más Willem Dafoe); y sí coincido con Marcos Vieytes en que “(Vincent Gallo) es uno de los tres o cuatro rostros que sostendrían solos una película de 90 minutos sólo compuesta por un largo primer plano suyo. Otros: Willem Dafoe, Tommy Lee Jones, James Woods posiblemente”.

II.
Es un buen ejemplo de lo que pasa cuando la química (o como quiera que se llame eso que convierte una película una obra de teatro o un concierto en algo maravilloso) hace mutis por el foro. Son habituales los comentarios alabando los resultados de la alquimia pero jamás había visto, de forma tan brutal los resultados de su ausencia.

III.
Un párrafo aparte para los diálogos, acartonados es casi una calificación positiva. Es inmensa la distancia entre los parlamentos de los protagonistas y los de la troupe nacional (que de paso, componen una simpática y estereotipada mirada sobre el teatro off porteño), aparecen como agregados, es más trasuntan cierta incomodidad. La frutilla de la torta es Carmen Maura con un vestuario y anteojos “a lo” Victoria Ocampo representando una especie de pope poderosa de la crítica cultural (¿?). Definición de personajes, frente al poder que encarna la Maura todos se vuelven pusilánimes, excepto Tetro, claro.

IV.
Más allá de hablar de Argentina, Tetro es eminentemente porteña y de interiores rara vez la cámara se mueve fuera de las dos o tres manzanas que componen su geografía y de los interiores de la casa de Tetro, del teatro de José hasta el episodio final en la Mansión donde se desarrolla en Festival de Cine de la Patagonia (si, tal como se lee, y tal como lo imaginan). La mirada sobre la ciudad es de postal, no falta la vista de el obelisco (aunque mucho que ver no tiene) y políticamente correcta (aunque inexacta en su definición) hay un paso por La Colifata, devenida en institución –nuestro heroe pasó por el manicomio, claro– .

V.
Algo para recordar, la presencia gigante de Rodrigo de la Serna con su José, digno en cualquier circunstancia.

VI.
Algo para olvidar, Leticia Bredice, es linda y mucho eso no se discute, pero si no le van a dar un papel medianamente digno (donde al menos se justifique que muestre su culo, que es precioso) al menos no le den papeles de reventada de mediana edad (la doncella joven y deseable es el personaje de Sofía Gala Castiglione), que es un bajón. Creo que ella debería reflexionar, seriamente, sobre esto.

VII.
Los flashbacks a color, con un Brandauer envejecido y malísimo, son (siempre desde mi óptica) de lo más grato del film. El universo onírico que se boceta no desconcierta, no conmueve, una especie de “velado homenaje” a Fellini, del que por suerte no se va a enterar.

VIII.
Tetro es un melodrama clásico, un drama de reconocimiento. Un padre castrador y muy jodido, hermanos que se separan, un joven que busca conocer su origen y entender la vida que le ha tocado y, finalmente, lo logra leyendo trabajosamente los escritos de su hermano mayor (Tetro) decodificando su escritura a lo Da Vinci con la ayuda bien intencionada de la mujer de su hermano (quien fuera originalmente su psiquiatra!!!)
Copado como es, Francis Ford, nos ira contando de que va el pasado y juntos (él, Benny y nosotros) iremos descubriendo que esta historia ya la conocemos, que la vimos muchísimas veces, que no había necesidad de tanta obviedad berreta.

IX.
Y si, la fotografía es linda, es lo más lindo de la película. Abreva en metáforas recontravisitadas pero muy estéticas, el colectivo que en la noche nos encandila, la polilla contra la luz y así… y como ya se imaginarán se resuelve exactamente tal como lo imaginamos, pero eso ya se sabe unos 20 minutos antes del final.


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Escalas

De sutil a impropio, es la escala con la que deberían medirse nuestras acciones.

Lady Gabois

miércoles, diciembre 02, 2009

A la sombra de Alejandra

Se espera que la lluvia pase. Se espera que los vientos lleguen. Se espera. Se dice. Por amor al silencio se dicen miserables palabras. Un decir forzoso, forzado, un decir sin salida posible, por amor al silencio, por amor al lenguaje de los cuerpos.Yo hablaba. En mí el lenguaje es siempre un pretexto para el silencio.



Alejandra Pizarnik: Palabras: El deseo de la palabra. Barcelona , Ocnos (1972) y Textos de Sombra y otros poemas. Buenos Aires, Sudamericana (1982).

Publicado por Alejandro Drewes en AERA revista de poesia

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